La caspa, aquel molesto inquilino
Que molesta piquiña, ¡no sabes como quitarte esa caspa de encima! No solo resulta molesta, también te avergüenza porque piensas que la gente creerá que no te bañas y que vives entre la mugre y la suciedad. Esto no es necesariamente cierto; la caspa es producida por un desequilibrio que ocurre en el proceso de eliminación de células muertas en el cuero cabelludo, tal desequilibrio deja como resultado aquellas pequeñas partículas, que pueden ser blancas o amarillentas, por todo el cabello.
(¿Tu callello es rubio teñido? Aprende a cuidarlo mientras te quitas la caspa de la cabeza).
Aunque resulte incómoda y abochornante, la caspa generalmente no suele traer mayores problemas, sin embargo hay casos en los que conviene prestarle atención para prevenir futuros males. El sitio https://www.elsiglodetorreon.com.mx/ afirma que la caspa puede ser una señal que nos advierte sobre posibles enfermedades. De acuerdo con esta web, aquellas motas en la cabeza pueden alertar sobre dolencias como diabetes, sida u otras inmunodeficiencias. Especialistas consultados por esa web también advirtieron acerca de los peligros que conllevaría una irritación extrema; si se vuelve constante los síntomas se agudizan y sería necesaria la aplicación de algunos medicamentos.
La caspa se presenta tanto en hombres como en mujeres, siendo los hombres los más propensos ya que tienen una mayor producción de sebo, y por tanto, su cuero cabelludo y cabello resultan más grasosos, creando así el ambiente propicio para la proliferación del hongo que produce la caspa. Esta no solo aparece en la cabeza; en ocasiones se hace visible en las pestañas, cejas, frente y otras áreas. Existen dos tipos de caspa:
Seca: Son aquellas finas escamas blanquecinas o grisáceas que le dan un aspecto enharinado al cuero cabelludo. Este tipo de caspa puede generar comezón, no obstante se cura fácilmente. Es muy común en la etapa de la pubertad.
Grasa: La distinguimos por las escamas grasas y amarillentas adheridas al cabello y al cuero cabelludo. Esta caspa está asociada con cabellos grasos; su erradicación es un tanto más lenta, incluso puede propiciar la caída del cabello. Suele aparecer con los cambios hormonales.
Remedios naturales
A continuación te proponemos algunos remedios para curar la caspa de forma natural. Son sencillos y los ingredientes están al alcance de tu mano.
Apio: Prepara un tónico con este vegetal. Pon a hervir un litro de agua y añade un tallo de apio. Deja que hierva cinco minutos más y espera a que se enfríe. Al cabo del tiempo estipulado estará listo para aplicar sobre el cuero cabelludo.
Yogurt: Lava tu cabello y enjuágalo, después frota yogur natural sobre el cuero cabelludo y déjalo de 10 a 15 minutos.
Aceite de oliva: Frota el cuero cabelludo con aceite de oliva y deja que trabaje toda la noche. Además de eliminar la caspa estarás previniendo su regreso y tu cabello quedará súper brillante.
Limón: Prepara un enjuague capilar a base de zumo de limón. Exprime un limón fresco y aplica el jugo por el cabello húmedo después del champú.
Aspirina: Tritura dos tabletas de aspirina dentro de una servilleta, puedes emplear un martillo, una vez triturada agrégala a tu champú habitual. Cuando te apliques el champú, espera dos minutos antes de enjuagar.
Jugo de remolacha: Consigue dos o tres remolachas y ponlas a hervir en agua hasta que el líquido adquiera una tonalidad púrpura. Deja refrescar y después aplica en el cuero cabelludo frotando suavemente. Repite este tratamiento todas las noches durante dos o tres semanas hasta que notes que la caspa ha desaparecido.